Paleocristiano

 

El arte paleocristiano es el nexo de unión entre dos grandes etapas de la cultura y el arte occidental. Nos referimos a la Antigüedad Clásica y a la Edad Media Cristiana. Para el estudio del arte europeo de la Edad Media es imprescindible realizar un acercamiento al arte paleocristiano pues en él se van a gestar dos manifestaciones artísticas de la importancia del templo basilical y la iconografía narrativa y simbólica del Cristianismo. De esta última, por ejemplo, sobresale el crismón, que será ampliamente utilizado en periodo romano.Por tanto, se denomina Arte Paleocristiano al desarrollado en las primeras comunidades cristianas de los siglo II y III hasta la caída del Imperio Romano de Occidente.
 
 
Los primeros cristianos utilizaron imágenes de carácter simbólico para representar aspectos fundamentales de su doctrina.
 
Las imágenes en los domus o en las catacumbas no va a aparecer hasta el siglo III debido a que el crisitianismo, que se fundamenta en el Antiguo Testamento, es una doctrina que reniega de la imagen de la divinidad. Pero es importante resaltar que la iconografía cristiana no es de nueva creación, aunque los contenidos sí son nuevos. Recoge las imágenes del arte romano que tenían un contenido moral (los romanos habían empezado a preocuparse por el más allá y empiezan a darse representaciones de virtudes, escenas de contenido moral, etc.) y las subliman a un contenido divino.
 
Al iniciarse la iconografía cristiana, se emplean fundamentalmente símbolos debido a la tradición de prohibir la imagen descriptiva, pero paulatinamente la iconografía comenzará a hacerse narrativa. Algunos de los símbolos más importantes son:
 
El Buen Pastor: Es un símbolo del culto. Esta imagen fue tomada por los romanos para uno de sus dioses más queridos: el Hermes crióforo, que era la imagen moral del dios protector. Este símbolo se dio principalmente en el siglo III.
 
El Cristo pescador: está relacionado con el Bautismo. Es el Cristo que está pesando las almas (los peces) procedentes de las aguas del bautismo. Procede de un símbolo moral pagano del que no se sabe qué carga moral tenía.